Cayó el telón y se apagaron las luces en el escenario. Phil Collins había terminado el que sería su último concierto después de 54 años de una trayectoria impecable. El "niño que siempre quiso ser baterista"  se unió al tecladista Tony Banks y al guitarrista Mike Rutherford para dar el anuncio al público que se dio cita en el 02 Arena de Londres. +

Phil Collins ha estado luchando con varios problemas de salud que le impedían tocar la batería, por lo que tuvo que ser reemplazado por su hijo.El cantante británico ya había hablado anteriormente de los serios daños que tiene en los nervios de sus manos, uno de sus más grandes problemas. Collins, al igual que en nuestro país en el 2018 con su tour "Not Dead Yet", actuó sentado durante todo el concierto. 

Cuando a Phil Collins se le consultó si podría tocar la batería, mencionó: "No. Me encantaría pero, quiero decir, a penas puedo coger una baqueta con esta mano. Así que hay ciertos obstáculos físicos que me lo impiden”.

Su hija, la actriz Lilly Collins, fue una de las asistentes en concierto y aprovechó en dejar un sentido mensaje para su padre en Instagram: "Tanto amor quedó en ese escenario de O2 y una cantidad aún mayor compartida entre una audiencia que no quería que terminara. Gracias @genesis_band por los recuerdos, gracias papá por ser una gran inspiración y gracias @nic_collins por hacer de mí la hermana más orgullosa que existe. 50 años de canciones después y aún generaciones más para celebrarte mucho después de que esta gira haya terminado" mencionó la actriz. 

Nic Collins, hijo de Phil, fue el encargado de reemplazarlo en la batería. Y definitivamente heredó el talento de su padre. “Toca un poco como yo cuando quiere, y no lo hace cuando no. Pero soy una de sus muchas influencias, por supuesto, siendo su padre... tiene más o menos la misma actitud que yo. Es una buena forma de empezar”, mencionó Phil sobre su hijo.